Comparecía el presidente desde Bruselas como Pedro por su casa. Comentaba que a lo largo de estos últimos dos días se han mantenido "reuniones bastante intensas. Algunas productivas, otras menos productivas como suele ser habitual cuando se está aquí en Bruselas". Y cuando quiere decir "menos productivas", en realidad esconde que han sido catastróficas, tanto, que los mandamases no consiguen llegar a acuerdos para designar a los presidentes de los distintos órganos europeos; Consejo Europeo, Comisión Europea y la elección del ministro de exteriores de la UE, nombraba Pedro Sánchez. Ahora bien: "Las conclusiones han sido bastante positivas". 

Destacaba "un detalle que me parece importante que conozcan", relacionado con una fecha: 2050. Sí, hablaba sobre cambio climático. Y es que España tiene que ser "de neutralidad carbónica". Cabe destacar que nuestro continente emite el 10% de las emisiones del mundo, que en 15 años llegaría al 5%, mientras que actualmente otras regiones contaminan mucho más, como es el caso de China que emite el 28% del total de las emisiones. 

Sánchez insiste en que todos los partidos faciliten su investidura... eso sí, que no esperen nada a cambio

No era de extrañar, pero las relaciones exteriores son otro de los puntos que más preocupan al presidente. En especial, Marruecos y África. Poco más tarde describe a los periodistas que él tiene "dos gorros: uno es lógicamente el de presidente del Gobierno y otro es el de cabeza de delegación o de negociación por parte de la familia social demócrata" y, aunque no se haya llegado a mucho -o nada- estos días en Bruselas, intentarán llegar a "buen puerto" en la próxima cumbre, programada para 30 de junio.

Y de cara a España, insiste: él es la única alternativa, así que tanto Ciudadanos como PP deberán ser responsables y no bloquear su investidura... sin dar nada a cambio. "Lógicamente", él es el presidente del Gobierno.