• Y lo de Albert Rivera es genial: que baje el IRPF pero sin tocar el gasto social.
  • Y todo ello mientras se pide un préstamo y se aumenta la deuda para poder seguir pagando las jubilaciones.
  • Y mientras la izquierda grita que no más recortes en sanidad y educación.
Asegura la ministra de Trabajo, Fátima Báñez (en la imagen), que ha llegado el momento de subir los salarios. Será porque, en cuanto responsable de la Seguridad Social, está aterrada porque no sabe cómo pagar las pensiones de una España  envejecida. Y está bien que suban los salarios pero el problema de España, antes que los salarios bajos, que también, es la diferencia entre salario mínimo y salario medio. En definitiva, que hay mucha diferencia entre pobres y menos pobres. Conclusión, ministra Báñez, predica con el ejemplo: sube el salario mínimo interprofesional, que indicia el resto de la escala salarial, aunque no llegue al escalón superior, que tampoco hace falta. Pero la reina de la demagogia no es Báñez, a la que se considera una de las ministras más seria del Gabinete, sino su socio, Albert Rivera, de Ciudadanos, quien, demagogo él, asegura que hay que bajar el IRPF pero sin tocar el gasto social. ¿Y eso cómo se hace? Los tres grandes gastos son pensiones, sanidad y educación. ¿Cuál de esos tres elementos quiere recortar Rivera? Que, por cierto, es lo que hacen los otros demagogos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, quienes aseguran que hay recortes en el Techo de Gasto social para 2018 (mentira) y que, por tanto, lo que hay que hacer es subir aún más los impuestos. Efectivamente, mantener impuestos sin reducir gastos es una gran mentira. Subir salarios sin bajar cuotas sociales es otra mentira. Son las mentiras que nos están vendiendo. Eulogio López      eulogio@hispanidad.com