• Las apariciones en Portugal coinciden con la consolidación del modernismo…
  • Que no es una herejía sino el compendio de todos ellas.
  • El hombre se endiosa y pretende convertirse en señor del universo.
  • Al tiempo, se pierde el sentido del pecado.
  • Finalmente, se llega a la blasfemia contra el Espíritu Santo.
  • Y desde entonces, al Magisterio de la Iglesia se unen las revelaciones privadas como guía de la humanidad.
  • ¿Iluminados? También llamaron iluminados a Lucía, Jacinta y Francisco.
Para entendernos, la cosa empezó un 13 de mayo de 1917 en Fátima. Se cumplen 99 años de ello y siempre he sospechado que el centésimo aniversario puede dar que hablar. Porque es en Fátima donde Santa María comienza a hablar de la consecuencia de la  herejía modernista, esa desviación tan mal entendida porque no se trata de una herejía sino del compendio de todas ellas, cuando el hombre se endiosa. Es decir, se convierte en la medida de la cosas. Digamos que en Fátima se inicia la era donde la humanidad ya está madura (he dicho madura, no podrida) para una segunda etapa. Modernismo: el hombre se endiosa y pretende convertirse en señor del universo. Al tiempo, se pierde el sentido del pecado. Ya saben, lo de Pablo VI: el pecado del siglo XX es la pérdida del sentido del pecado. Finalmente, se llega a la blasfemia contra el Espíritu Santo. Es decir, llamar bueno a lo malo y malo a lo bueno, entronizar a Satán en el lugar de Dios. El modernismo fue condenado por la Iglesia pero entrar ahora en sus múltiples derivadas nos llevará mucho tiempo. Sólo diré que desde Fátima se acentúa el hecho de que si a lo largo de 2.000 años ha sido el Magisterio de la Iglesia quien ha marcado las directrices, a partir de entonces esta directriz única e imperecedera se complementa con la de los dones y carismas privados. No, no lo digo yo, lo dice el Concilio Vaticano II, quien enfatiza las revelaciones y gracias privadas, también las de los laicos. ¿Que pueden colar iluminados? Sí, también llamaron iluminados a los pastorcitos de Fátima. ¡Ah sí! Y otra novedad. El papel protagonista, como nunca antes, de la Santísima Virgen en esta etapa de fin de ciclo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com