• Un divorcio que deslegitima al propio sistema, usurpado por unos jetas. Y esto es peligroso.
  • Nadie se vuelve ultra, ni de derechas ni de izquierdas, por la crisis. Es por mala uva y por la soberbia de la clase pública.
  • También porque esa clase política ha usurpado la propiedad privada de los ciudadanos.
  • Y encima nos la revenden como derecho. ¡Qué buenos!
Los populismos surgen porque no todos están experimentado de igual forma la mejora económica. Esta sentencia, hiere mis oídos con monótona languidez. El último en soltarla fue un tal Barack Obama, mismamente en Madrid. Yo creo que es por varias razones. La primera: ¿quién ha dicho que hemos salido de la crisis? En segundo lugar, esa convicción de la clase política de que el hombre es una animal pendiente del triángulo vital (bolsillo, estómago y el tercero adivínenlo ustedes) empieza a molestarme un tanto. Entre otras cosas porque nos lleva a la siguiente conclusión: "Si eres pobre asalta a los ricos, si eres rico exprime a la plebe". La única forma de evitar esto es la justicia social-cristiana, pero esa no la comparten dos capitalistas progres como Barack Obama y Mariano Rajoy. Por de pronto, enarbolando la defensa, no de los negocios privados, sino de la propiedad privada, que es distinto. Ese es uno de los dramas de los capitalistas: confunden los negocios con la propiedad. O como aseguraba Gilbert Chesterton, "lo característico del capitalismo y del mercantilismo, según su desarrollo reciente, es que en realidad predicaron la extensión de los negocios más que la preservación de las posesiones". ¿Qué es lo mismo? De ninguna manera. Escuchen a Chesterton: "En el mejor de los casos han tratado de adornar al carterista con algunas de las virtudes del pirata. Lo característico del comunismo es que reforma al carterista prohibiendo los bolsillos". Pero ahora viene lo mejor: "¿Dónde vamos con el bolchevismo? Al mismo sitio que con el colectivismo de la gran empresa y los grandes mercados financieros que pregona Barack Obama y repite Mariano Rajoy: al monopolio. Y el monopolio constituye el reverso económico de la tiranía política. Esos deben ser los mismos valores que comparten Obama y Rajoy: el capitalismo financista y el monopolio, "la otra forma de tiranía". Pero, ojo, no es la crisis económica la que lleva al populismo. A los populismos, de izquierdas y de derechas, que de todo hay, lleva, primero, la mala uva; segundo, la rabia contra una clase política que se cree sus propias monsergas y que se burla de la población bajo el manto de la legitimidad. Obama no debería pensar en la crisis como causa del populismo, sino en el divorcio entre la clase política y los ciudadanos. Es decir, entre él y la gente. Y Mariano lo mismo. Esta es la verdadera crisis de la democracia. Y no es baladí. Mariano, Barack: defended la propiedad privada no los negocios privados ni los negocios públicos. Eulogio López eulogio@hispanidad.com