Congreso del PDeCAT. El cobardón huido, Carles Puigdemont, quiere aprovechar el Congreso de la antigua Convergencia para cargarse a Marta Pascal, una mujer que nunca mostró el entusiasmo de Quim Torra o Elsa Artadi por la cobarde huida de su líder a Bélgica.  

La clave está en la cobardía. Muchos convergentes no pueden evitar la comparación entre un expresidente de la Generalitat que huye y un vicepresidente, de otro partido, que se queda y afronta la cárcel. Si encima, el cobardón huido pretende mandar desde Bruselas en Cataluña, pues el asunto empieza a adquirir tintes de esperpento.

Por el momento, entre los separatistas pesa más la “internacionalización del conflicto” que la huida vergonzosa de Puigdemont y sus intentos de intentar lo que sólo es posible para su ambición ilimitada: gobernar Cataluña desde Bruselas.

Además, algunos aparecen olvidar que la victoria de Puigdemont en los tribunales alemanes es victoria pírrica: en 20 años no podrá pisar España, es decir, Cataluña.

Eso sí, ERC no está por la labor de secundar al cobarde que huye mientras su líder, Oriol Junqueras, lleva más de medio año en la cárcel.