• La memez cunde: en el Congreso y en ATEA.
  • Los animalistas defienden a los animales "no humanos". El matiz resulta de lo más animal.
La memez cunde. En especial en el Congreso, pero también en ATEA  (¡Buen nombre, chaval!), asociación animalista y, a veces, un poquito animal hasta que aclara a quién protege y por quién lucha: a los "animales no humanos". A las personas que les des vayan dando por donde amargan los pepinos y se rompen los cestos. Sus señorías han traspuesto -nunca mejor dicho- la directiva sobre Protección Animal, para proteger a mascotas y otros bichos. Los animalistas defienden a los animales "no humanos". El matiz resulta muy animal y demuestra la equidistancia, homologación e igualación entre personas y bestias, que es la clave de animalismo. Y por el mismo precio, en destrozar a los seres humanos. Porque el principio bíblico de henchid la tierra y sometedla ha sido sustituido por la diosa Gea, la tierra, que tiene la costumbre de someter y fagocitar a la raza humana. Dieta vegana incluida. La memez cunde, la estupidez también. Eulogio López eulogio@hispanidad.com