• Google puede aprender a hacer de BBVA, pero BBVA también puede aprender a hacer de Google.
  • La fuerza de una moneda radica en el gobierno y el ejército que la respaldan.
  • La economía mundial se fue al garete cuando abandonamos el patrón-oro.
Interesante estudio del Instituto de Estudios Bursátiles sobre la banca. Conclusión primera: en 5 años los Google podrán robarle a la banca española un 30% de su cuota de negocio. Y eso no es nada. Según los autores, la revolución primera será la de la 'bitcoin', o moneda electrónica. Vamos, que Francisco González, presidente de BBVA, estará feliz. Vamos a ver: Google quiere hacer banca. Y tiene la mejor plataforma tecnológica para hacer banca. Tiene la infovía. Ahora bien, no tiene coches. Un banco no es una plataforma telemática, un banco son personas que hacen dos cosas: recogen depósitos y venden créditos. En primer lugar, ¿cómo va a recaudar alguien virtual, como Google? Puede hacerlo claro está, pero el dinero también se mueve físicamente. Y lo que es más importante: ¿cómo van a afrontar los chicos de Google la gestión de riesgos? Un bancario es un tipo que se sienta detrás de una mesa para observar, si el tío que tiene delante de esa mesa es solvente y le devolverá el dinero. Es cierto que la actual banca ha mecanizado los procedimientos de otorgamiento de créditos pero, afortunadamente, siempre, allá al fondo, hay un director de oficina. Además, por eso les va como les va: la banca actual constituye un desastre de morosidad. ¿Puede Google aprender a recoger depósitos y a otorgar créditos? Por supuesto que sí, pero también puede la banca aprender a hacer infovías y motores de búsqueda. O lo que es lo mismo. Si Google se convierte en banquero hará buena banca y le hará la competencia al BBVA. Si el BBVA se convierte en un portal hará de Google y le hará la competencia a Google. ¿Lo lógico? Zapatero a tus zapatos: que Google ofrezca a todos los bancos su plataforma tecnológica y que éstos le paguen por usufructuarla. Vamos con la otra revolución, la del 'bitcoin', la moneda virtual o electrónica. Aquí, la conversión es todavía más compleja. Una moneda no es más que poder: soberanía monetaria respaldada por un buen ejército. Por eso, el dólar siempre será el dólar a pesar de los déficit fiscal y exterior de Estados Unidos, que ningún otro país soportaría. Sencillamente, el dólar tiene detrás el gobierno y el ejército más poderoso del mundo. Por eso, puede emitir dólares que todo el mundo se los acepta. Si Atenas hace lo mismo con el dracma, los mercados se ríen o exigen 1 millón de dracmas por cada dólar. En definitiva, lanzar una moneda, sobre todo valorarla, no es una cuestión de avance tecnológico. Claro que la moneda virtual es factible.. pero es virtualmente factible. El poder de emisión de moneda es un poder soberano, respaldado por la fuerza del soberano que permite la emisión, no por la tecnología. Es el poder, no la tecnología, lo que otorga valor a una moneda. Y existe otro problema, que tiene mucha que ver con la justicia social: el problema de la economía actual no es la falta de dinero sino el exceso de moneda en circulación. De hecho, la economía mundial se fue al garete cuando abandonamos el patrón-oro. Y no creo que a los lanzadores del 'bitcoin' les preocupe el asunto. A mí sí. Eulogio López eulogio@hispanidad.com