• O los emergentes empiezan a mejorar las condiciones de sus trabajadores o la crisis será aún mayor que la de 2007.
Que no, que la amenaza de crisis no ha pasado. De segunda crisis, mucho más global y más letal que las anteriores. ¿De verdad alguien en su sano juicio puede pensar que por el hecho de que el Gobierno de Pekín baje los tipos de interés y, en consiguiente, las bolsas occidentales suban, se ha solucionado el problema? Los índices bursátiles sólo reflejan un mal de fondo. Además, los mercados financieros parasitizan la economía cuando va bien e impiden que salga del agujero cuando marcha mal. Lo cierto es que la economía mundial tiene tres problemas:
  1. El océano de liquidez creado por los bancos centrales occidentales.
  2. Exceso de deuda pública y privada.
  3. Explotación laboral en el Tercer Mundo (este es el factor más relevante ahora mismo).
Insistimos: ahora el culpable es Pekín, no Washington. La nueva crisis viene de un alabadísimo modelo económico (el de los emergentes), convertido en potencia mundial gracias a la explotación de sus trabajadores. Y claro, si produces mucho y pagas poco a los productores, puede llegar un momento en que el extranjero no te compre lo que produces y te lo tenga que comer porque tus explotados ciudadanos no tienen dinero para comprar lo que producen. Esto es lo que está ocurriendo ahora mismo. Y, como siempre, recuerda que la economía no es otra cosa que moral. Eulogio López eulogio@hispanidad.com