Decíamos ayer que el dúo Ábalos-Redondo perdona, pero no olvida… y a veces no encuentra el perdón. Y es que la relación entre RTVE y el Gobierno se agrietó debido a la polémica de los debates de cara al 28-A. Resultó que el presidente había aceptado participar en un encuentro a cinco -con Vox- en Atresmedia, rechazando el debate a cuatro de la televisión pública. 

A la administradora provisional única de la corporación RTVE, Rosa María Mateo, y a la directora de informativos, Begoña Alegría, la noticia les sentó mal. Tanto fue así que pusieron a Sánchez contra las cuerdas presentando su dimisión. Al final, consiguieron salirse con la suya, aunque Iván Redondo, gurú de comunicación del presidente, ya tiene en mente la venganza. 

Redondo lo tenía todo pensado de forma que, en un debate con Vox, Sánchez podría bordar su papel como moderado. Es decir, el PSOE aparentaría ser centrista y moderado. No obstante, Mateo se interpuso en su camino. Error.

Por cierto, el asesor no quiere a un catalán al frente de RTVE: Enric Hernández, director de El Periódico, no será quien sustituya a Mateo... y es que es uno de los hombres de Miquel Iceta, es decir, del PSC.