• Es decir, para la televisión, que es donde ya está.
  • O sea, para el Gran Wyoming y cosas así.
Nuestros quiosqueros (sí todavía existen) aseguran que dos de los bares que le compraban Interviú dejaron de hacerlo por razones ideológicas. Al parecer, la calidad había disminuido y la señoras que salían en portada, en ocasiones hasta llevaban tatuajes. Y claro, eso no puede ser. Sin embargo, y pesar de la terrible crisis de los semanarios -el periodismo más serio antes de volverse frívolo- en la caída de Interviú influyen otras cuestiones. Para entendernos, Interviú era una revista porno, y la pornografía y la frivolidad el español sólo la consume si es gratis. Por ejemplo, consume al Gran Wyoming y, por eso, el diario, experimento de prensa sensacionalista británica o alemana en España, resultó un desastre. Y claro, para frivolidad gratuita, la de la tele. Por ejemplo, El Intermedio de Wyoming. En cualquier caso, la ponderación ibérica es mejor que la anglosajona: puede que me guste la pornografía pero no estoy dispuesto a pagar por ella. Eulogio López eulogio@hispanidad.com