Lo cuenta OK Diarioel digital Público ratificó de inmediato las acusación del presidente de la Generalitat, Quim Torra. Según el ‘molt honorable’, eran infiltrados de la policía española los que habían creado los incidentes más violentos en la semana grande post-sentencia. Y Ana Pardo de Vera, directora de Público, el diario del inefable Jaume Roures, retiró la información pero insistía en la tesis: no era la violencia de los ‘jovencitos’ sino de la pérfida policía.

Los hechos son sagrados pero las opiniones libres, repetía Juan Luis Cebrián como primer mandamiento del periodismo. Pues a mí me preocupan más aquellos otros que aunque cambien las premisas mantienen sus conclusiones. Y es que lo primero define la vanidad intelectual y la avidez por la exclusiva (y ciertamente no debe aceptarse).

El Gobierno Sánchez en alianza con los grandes editores preparan un ataque contra la prensa independiente: la quieren muerta

Pero lo segundo es más grave: es lo que siempre hemos conocido como sectarismo y la progresía, también la progresía mediática es, antes que nada, sectarismo en estado puro.

Es progresía mediática, que ha impuesto su ley. Ejemplo, puedes ser de izquierdas o de derechas pero si no eres progre, olvídate de participar en el Olimpo mediático actual, en (las tertulias, sobre todo de la tele).

Y no lo olviden, con la excusa de las ‘fake news’, el muy progresista gobierno del PSOE prepara, en alianza con los grandes editores, un ataque contra la prensa independiente de Internet, que no les gusta nada. Por ahora sólo la ningunean, pero no les basta: quieren verla muerta.