• No pudieron formar grupo pero demuestra por dónde van los tiros: comunistas, independentistas y filoterroristas.
  • Si a ello se suman los socialistas, y en ello andan, tiene el círculo completo.
No llegarán a formar grupo pero eso es una cuestión de egos. El caso es que lo intentaron: los separatistas de ERC, los proetarras de Bildu y los comunistas de IU (en sus tripas aún permanece el viejo Partido Comunista de España, PCE) pretendían hablar con una voz en el Parlamento. Y Alberto Garzón (en la imagen), dispuesto a seguir cobrando del Congreso toda la vida. Es la imagen viva de la España política salida del 20 de diciembre. Una alianza antinatural entre comunistas, neocomunistas (ambos centralistas), separatistas, antisistema, verdes varios, y hasta filoterroristas como Bildu. Y faltan los socialistas, claro, como ocurrió durante la II República. Y, naturalmente, aquellos socialistas más moderados desaparecieron del mapa: fueron fagocitados por los comunistas más extremos. Como ahora mismo. Con una diferencia: el comunismo, después del muro, se ha convertido en neocomunismo, sea de corte bolivariano o más adecentado. El caso es que son comunistas con otros nombres. En España. El nuevo comunismo se llama Podemos y es capaz de aliarse. Como el viejo comunismo, con toda la izquierda con tal de aferrarse al poder. Y una vez que llegan no lo sueltan. Eulogio López eulogio@hispanidad.com