El norteamericano Greg Burke (Opus Dei) y la española Paloma García Ovejero (Camino Neocatecumenal) han cesado como jefes de prensa del Vaticano porque nadie les hacía ni caso. Dicen que es para facilitar los cambios que pretende Francisco en comunicación. Lo cual resulta un poco tonto: si quieres poner fácil los cambios, no dimitas, espera a que te cesen y tengas nombrado a tu sustituto.

El problema es que Burke y Ovejero ni tan siquiera hablaban con el Papam mientras otros intentaban filtrar los mensajes oficiales de la Santa Sede.

¿Quién sigue las noticias del Papa Francisco? Cada vez menos gente

La verdad es que ni Burke ni Ovejero despachaban directamente con el Papa, otra muestra más de que el actual Pontífice vive secuestrado en el Vaticano, rodeado por una guardia pretoriana, un pelín traidora, más preocupada por preparar el futuro que por gestionar un presente que no les gusta nada… empezando por el propio Pontífice. ¿Quiero decir que muchos de los que rodean a este Papa, quieren acabar con Francisco? Sí, quiero decir justamente eso.

Es más, se diría que estamos ante un Papado agotado.

Mientras, el Pontífice vive secuestrado en el Vaticano por un círculo que sólo desea acabar con él

Por hacer un resumen un tanto simple: los católicos ‘conservadores’ miran a Francisco con recelo (mal hecho); a los católicos progres ha dejado de interesarles Francisco (bien hecho: se llama coherencia).

De hecho, comprueben cómo los mensajes de Francisco cada día llegan a menos gente. Por decirlo así, la gente pasa del Papa. Y esto es tan grave como injusto, y tan injusto como peligroso.