• Henryk Hoser, representante del Papa, aseguró en la aldea croata que "nos es necesaria una intervención del Cielo".
  • Y el obispo de Varsovia añadió: "la presencia de la Santísima Virgen es esto: una intervención".
  • Curiosamente, el Papa no ha ratificado las conclusiones de la Comisión de Medjugorje, creada por Benedicto XVI.
  • El envío de un delegado, que encima dice lo que dijo en la capital mundial de la confesión, ratifica la postura del Pontífice, que como Juan Pablo II y Benedicto XVI, cree en Santa María de la paz de Medjugorje.
  • Quien, sin embargo, no ha hecho público un documento específico ratificando la veracidad sobre el carácter sobrenatural de las apariciones.
  • Frente a esta postura, se sitúa la  carta de Nuncio del Vaticano en EEUU, donde se evoca la figura del precepto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la fe, cardenal Gerhard Müller.  
  • Lo cierto es que Medjugorje es un milagro cotidiano: Santa María se sigue apareciendo.
Historia. Las apariciones marianas de Medjugorje es algo en lo que casi todo el orbe cristiano cree (de hecho, la aldea croata se ha convertido en la capital mundial de la confesión) pero no han sido oficialmente "aprobadas" por la Iglesia. Como ocurriera en la localidad cántabra de Garabandal, en España, los obispos de la zona negaron con ahínco las apariciones. Sin embargo, Pablo VI creía en Garabandal y Juan Pablo II y Benedicto XVI creían en Medjugorje. Respetaron a los ordinarios del lugar, ciertamente, pero cuando se cansó del asunto, Benedicto XVI creó una comisión vaticana presidida por el cardenal Ruini, comisión que elevó a un informe que, aunque no se ha hecho público todo el mundo en Roma y en Medjugorje reconoce como favorable la sobrenaturalidad de las apariciones marianas. Luego vino el incidente del cardenal Müller, con el nuncio en USA por medio. El prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe y miembro de la Comisión. Más confusión. Luego la pregunta de un periodista a Francisco diciendo que cuando se hará público el informe definitivo del Vaticano sobre la apariciones. "Pronto" fue la respuesta. Finalmente, Francisco, que está claro que también cree en Medjugorje, no hace público el documento de la comisión pero nombra un delegado suyo para Medjugorje, el obispo de Varsovia-Praga. Henryk Hoser… quien se planta en Medjugorje y suelta lo siguiente: "Este culto que es tan intenso aquí es extremadamente importante y necesario para el mundo entero. Oremos por la paz porque hoy en día las fuerzas destructoras son inmensas. El comercio armamentista no cesa de crecer, las personas se quiebran, las familias se rompen, la sociedad se disloca. Nos es necesaria una intervención del Cielo; y la presencia de la Santísima Virgen es esto: una intervención. Es una iniciativa de Dios. Y por lo tanto quisiera animarlos y reconfortarlos en mi calidad de enviado especial del Papa". Ni que decir tiene que las palabras de Hoser han supuesto consuelo y entusiasmo para quienes trabajan en Medjugorje, quienes, aun sin emitir un juicio formal, no se esperaban a un delegado papal que hablara con tanto entusiasmo de la "intensidad" de lo que sucede en Medjugorje. Y como muestra de intensidad, un botón: es sin duda, además de la capital mundial de la confesión, obtiene la medalla de oro como capital mundial de las conversiones. Además, no relata apariciones del pasado sino que la Virgen, hoy y ahora, se sigue apareciendo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com