El Papa Francisco está, más cada día que pasa, en el ojo del huracán. Muchos dicen que su Papado está caducado. Y lo parece, si nos atenemos al papel que le ha tocado jugar, en pleno cisma de la Iglesia y en la crisis más pavorosa de la historia: la de ahora mismo.

Y llegados a la última estación, la muy ‘histórica’ Cumbre vaticana contra la pederastia clerical, sólo ha servido para que interesados personajes de la Curia, utilicen dicha Cumbre para arremeter contra el Papa por una doble vía: acusándole con medias verdades o defendiéndole con mentiras interesadas.

Desde luego, esta Cumbre no terminará con la vergonzosa (aunque mínima, comparada con la pederastia laical,) pederastia clerical pero sí puede suponer el golpe de gracia para el Papa Francisco.

Situación actual en la Iglesia: Nadie cree en la rectitud de intención de su ‘hermano en la fe’ ni en el Magisterio eclesial, sumido en una confusión total

El Espíritu Santo ha otorgado a cada pontífice, a lo largo de la historia, un papel determinado. Papa es quien Dios permite que lo sea, incluso cuando hablamos de los peores papas de la historia, incluso cuando hablamos de antipapas y anticristos. Por eso, los mejores críticos de un Papa son aquellos que guardan silencio sobre sus errores y miserias, aunque no sobre las consecuencias de esos errores y esas miserias.

Otros, los progres, algunos disfrazados hoy de tradicionalistas, consideran, más bien consideraban, que este Papa era utilizable. Han manipulado sus palabras desde el primer momento y ahora piensan que ya no pueden tirar más de la cuerda y han decidido acabar con él.

Y lo que subyace en esta Iglesia actual, convertida en manada de críticos y no en mesnada de discípulos, puede resumirse así: no pienses en lo que los demás ofenden a Cristo. No pienses ni tan siquiera en lo que tú ofendes a Cristo. Piensa sólo en lo que sufre Cristo por tus ofensas.

La solución: ni tan siquiera pienses en lo que ofendes a Cristo: Sólo en lo que Cristo sufre por tus ofensas

En resumen, el Papa Francisco, en entredicho tras la Cumbre ‘pedofílica’. Ha sido el golpe que ha remachado al primero, el que Francisco sufriera con el malhadado Sínodo de la Familia de 2015 que, al igual que la reunión sobre pederastia, nunca debió celebrarse. La muy ‘histórica’ reunión del Vaticano no terminará con la pederastia clerical pero puede terminar con Francisco.

Situación actual en la Iglesia: nadie cree en la rectitud de intención de su ‘hermano en la fe’ ni en el Magisterio eclesial, sumido en una confusión total. Quizás por ello resulta tan difícil, no ya construir, sino tan siquiera entender, qué es lo que está pasando.

El Cuerpo místico se ha convertido en un peligroso nido de críticos, no de discípulos

En cualquier caso, el Enemigo ya no pretende controlar a Francisco: necesita anularlo.