Francisco, el Papa del cómo
La lógica impone que, para que se dé paternidad responsable, se precisan, de forma ineludible, dos elementos:
1.- Que haya paternidad.
2.- Que sea responsable.
Entre Aristóteles, Tomás de Aquino y yo hemos pergeñado este sutilísimo argumento tras las declaraciones Su Santidad, el Papa Francisco (en la imagen), que ya han dado la vuelta al mundo. Manipuladas, claro.
Y dijo algo más: para justificar que, en efecto, un cristiano puede decidir no tener más hijos si no tiene con qué alimentarlos, habló de 'métodos'. No era la palabra idónea, claro está, porque la gente entiende por 'métodos' los anticonceptivos químicos (la píldora), que desde 1968 (Humanae Vitae) está prohibida por la Iglesia. Y antes también: no se había pronunciado. Y muy bien que hizo Pablo VI, dado que todos los anticonceptivos que ahora mismo, 47 años después, se dispensan en las farmacias son potencialmente abortivos.
Resumen, que una vez más, el Papa acertó en el qué pero no en el cómo. ¿verdad que no es la primera vez que decimos en Hispanidad que el mensaje de este Papa ha sido secuestrado por el Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, por lo políticamente correcto? En cualquier caso, Santidad, debería usted evita caer en la descripción de Clive Lewis sobre el mundo moderno: corremos con mangueras a la inundaciones y con barcazas a los incendios. En España, el senador Prat decía lo mismo de esta otra forma: "Siempre que un necio asegura que dos más dos son seis y alguien le corrige asegurando que dos más dos son cuatro, surge un tercero que, en pro del diálogo, en entendimiento y la tolerancia, acaba concluyendo que dos más dos son cinco".
Justo en el momento -llevamos dos generaciones- en el que se buscan todo tipo de excusas egoístas para no tener hijos, justo en el momento en que Europa se apunta al suicidio y Occidente a la autodestrucción y al envejecimiento, no parece el momento de cuestionar a esos héroes que son los padres de familias numerosas que, en efecto, confían en la Providencia. Y claro que son responsables, porque la confianza no pone medios para no tener hijos, sino para tenerlos. Responsablemente claro está. Me temo que lo que va a quedar del mensaje es lo de la coneja. Y por cierto, no es que los pobres consideren que sus hijos sean su mayor riqueza: es que lo son.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com
1.- Que haya paternidad.
2.- Que sea responsable.
Entre Aristóteles, Tomás de Aquino y yo hemos pergeñado este sutilísimo argumento tras las declaraciones Su Santidad, el Papa Francisco (en la imagen), que ya han dado la vuelta al mundo. Manipuladas, claro.
Me temo que sus declaraciones sobre paternidad responsable se van a quedar en "la coneja"
Viaje de vuelta del Papa Francisco desde Filipinas, rueda de prensa en el avión. Un periodista alemán está muy preocupado porque las familias filipinas tienen muchos hijos, lo que provoca una miseria sin límite. ¡Qué considerado! Antes de seguir adelante, ruego lean la información de ACI,que es completa y no sesgada. Porque la respuesta fue estilo Francisco: tan profunda como caritativa, tan caritativa como -¡ay!- equívoca.
El Papa dijo lo que dijo: tener hijos es maravilloso aunque luego añadió: ser católico no consiste es ser una "coneja". Y claro, lo del conejismo es justamente lo que han repetido las televisiones de todo el mundo, excluyendo el resto de la argumentación. Por ejemplo, excluyeron de su prolija respuesta ejemplos como el de que la caída de la maternidad en Occidente está despoblando el cristianismo y carcomiendo la sociedad, una sociedad envejecida donde, por falta de jóvenes, no hay dinero para pagar las pensiones de los mayores. Y dijo algo más: para justificar que, en efecto, un cristiano puede decidir no tener más hijos si no tiene con qué alimentarlos, habló de 'métodos'. No era la palabra idónea, claro está, porque la gente entiende por 'métodos' los anticonceptivos químicos (la píldora), que desde 1968 (Humanae Vitae) está prohibida por la Iglesia. Y antes también: no se había pronunciado. Y muy bien que hizo Pablo VI, dado que todos los anticonceptivos que ahora mismo, 47 años después, se dispensan en las farmacias son potencialmente abortivos.
Resumen, que una vez más, el Papa acertó en el qué pero no en el cómo. ¿verdad que no es la primera vez que decimos en Hispanidad que el mensaje de este Papa ha sido secuestrado por el Nuevo Orden Mundial (NOM), es decir, por lo políticamente correcto? En cualquier caso, Santidad, debería usted evita caer en la descripción de Clive Lewis sobre el mundo moderno: corremos con mangueras a la inundaciones y con barcazas a los incendios. En España, el senador Prat decía lo mismo de esta otra forma: "Siempre que un necio asegura que dos más dos son seis y alguien le corrige asegurando que dos más dos son cuatro, surge un tercero que, en pro del diálogo, en entendimiento y la tolerancia, acaba concluyendo que dos más dos son cinco".
Justo en el momento -llevamos dos generaciones- en el que se buscan todo tipo de excusas egoístas para no tener hijos, justo en el momento en que Europa se apunta al suicidio y Occidente a la autodestrucción y al envejecimiento, no parece el momento de cuestionar a esos héroes que son los padres de familias numerosas que, en efecto, confían en la Providencia. Y claro que son responsables, porque la confianza no pone medios para no tener hijos, sino para tenerlos. Responsablemente claro está. Me temo que lo que va a quedar del mensaje es lo de la coneja. Y por cierto, no es que los pobres consideren que sus hijos sean su mayor riqueza: es que lo son.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com
