Dado el paisanaje que ahora puebla el Gobierno Sánchez, uno pensaría que el dinero huiría de España a toda prisa.

La verdad es que está huyendo, sobre todo camino de Portugal. Como advierten en un banco presente en el país vecino: es que los comunistas portugueses son menos rojos que los de Podemos.

Pero no es para alarmar.

Lo cual no significa que no preocupe las majaderías podemitas en materia económica, sino que el dinero no se va de España porque… no sabe dónde ir.

En Occidente la capacidad de un ministro de Economía es muy inferior a la de un ministro de Trabajo

A ver si nos entendemos: vivimos sobre un océano de liquidez y lo que sobra en el mundo es dinero. Otra cosa es que ese dinero esté donde debe estar.

Ahora bien, al financiero, al especulador, no le preocupa el gobierno frentepopulista, formado por socialistas y comunistas.

Pero al empresario sí. Y es que en un país como España el margen de maniobra de una vicepresidenta económica (Nadia Calviño) es muy inferior al de una ministra de Trabajo (Yolanda Díaz). Al final, Calviño, aunquen diriga todo el área económica, tiene un margen de maniobra mermado por, por ejemplo, Bruselas. Sin embargo, la titular de Trabajo puede hacer casi lo que quiera con la flexibilidad en el mercado laboral.

Un ejemplo, la empresa de neumáticos Continental está marchándose de España, donde trabajan a cerca de 1.000 personas, sobre todo en su planta de Barcelona. Pusieron en venta su planta y tenían esperanzas de encontrar un comprador… esperanzas que se han desvanecido con la entrada de Podemos en un Gobierno que quiere derogar la reforma laboral de Fátima Báñez.

Podemos asusta a la inversión directa, en empresas, la mejor inversión. A los especuladores -más o menos pero siempre especuladores- de la inversión financiera no les asusta: no tienen dónde ir.