• Tener la mente abierta es como tener la boca abierta: un símbolo de estupidez.
  • La mente sólo se abre para cerrarla de inmediato sobre algo consistente.
  • Al final, la solución de nuestro pensador es muy simple: cargarnos la escuela privada. ¡Acabáramos!
Emilio Lledó (en la imagen), gran filósofo, entrevistado en El País. La filosofía consiste en dar respuestas ininteligibles a problemas insolubles, en dar respuestas simplonas a problemas que no lo son. Pero lo de don Emilio, presentado como uno de los grandes intelectuales españoles, nos deja patidifusos y patitiesos. Por ejemplo, nos habla de la economía circular, es decir, todo reciclado. Y así pasamos de la economía circular a la filosofía circular, lo que no resulta tan ecológico, incluso más bien tóxico, que es como el pensamiento circular: ofrecer soluciones a problemas que no existen, lo que más bien tiende a crear un problema que alguien tendrá que solucionar. Al final, resulta un poco duro escuchar a Emilio Lledó el tópico de hacer mentes libres, abiertas… En primer lugar, las mentes no se hacen; en segundo lugar, tal parece que las mentes abiertas son mentes idiotas. Ya saben, lo de Chesterton: tener la mente abierta es como tener la boca abierta: un símbolo de estupidez. La mente sólo se abre para cerrarla de inmediato sobre algo consistente. Y así, al final, la solución de nuestro pensador es muy simple: cargarnos la escuela privada. ¡Acabáramos! De la escuela pública salen mentes abiertas e iguales. Es decir, idiotas.   Eulogio López      eulogio@hispanidad.com