• Con la ideología de género, el feminismo se ha convertido en teoría.
  • Esto es, continúa siendo igualmente homicida, igualmente hipócrita, sólo que más pedante.
  • La llamada Ley mordaza no atenta contra la libertad de expresión sino contra el gamberrismo.
  • Y el gamberrismo no es divertido: siempre acaba siendo un fuerte abusando del débil.
  • Pero mi manifa preferida es la del colocón de marihuana. España huele a porro.
  • España tiene poco presente pero está llena de futuro: se huele.
Tres manifestaciones coincidían en Madrid, capital de las Españas, el pasado sábado 6. Ningún éxito de asistencia en ninguna de las tres pero lo que importa en una manifa no es el número de convocados sino que sea televisada. Y las teles le prestaron mucho interés. Primera convocatoria capitalina: feministas embusteras intentando vengarse del pérfido varón. Ya se sabe que feminismo es lesbianismo pero ahora, con la ideología de género, el feminismo ha teorizado mucho. Es decir, continúa siendo igualmente homicida, igualmente hipócrita, sólo que más pedante. Hemos descubierto nuevos logros. Por ejemplo, que, científicamente, no existe el síndrome de alienación parental. O sea que es todo mentira. ¿Por qué es mentira? Porque lo dice La Sexta, naturalmente. El mensaje es éste: los niños no necesitan un padre para ser felices, les basta con mamá, quien, por cierto, casi nunca quiere ni ser mamá ni ejercer de tal. Es el mundo de las amazonas, donde el macho debe ser eliminado y donde las féminas deben dedicarse, utilizando la fuerza bruta del Estado, claro, a vengarse del pérfido varón. Segunda manifestación: contra la ley de seguridad ciudadana, "más conocida como ley mordaza". Así conocida porque usted le ha puesto tal sobrenombre. No, la Ley de Seguridad Ciudadana no atenta contra la libertad de expresión, lo que trata es de poner coto a la impunidad del gamberro. Es decir, que a los gamberros no les gusta. Por ejemplo, a los amargados. Otras leyes -todas ellas muy progresistas- son las que realmente atentan contra la libertad de expresión. Por ejemplo, el artículo 510 del Código Penal sobre delitos de odio, que pretende sustituir a los Diez Mandamientos sólo que en la dirección opuesta al Decálogo. La Ley de Seguridad Ciudadana no atenta contra la libre expresión sino contra el gamberrismo… enemigo jurado de la libertad de expresión porque impone en la calle la ley del más fuerte. Pero a mí, la manifa del sábado que más me gustó, la que realmente muestra lo bien que marcha la España postmoderna es la de la mani-fiesta-acción en pro del libre consumo de marihuana. ¡Qué colocón! Colocón intelectual, naturalmente y en ambiente, como relatan las crónicas de la monigotera, "festiva". Estoy con ellos: si todos caminamos hacia el manicomio, mejor hacerlo en medio de un fumeteo renovador que escuchando a las pelmas de las feministas o a los oportunistas del gamberrismo que, a fin de cuentas, siempre acaban en lo mismo: el fuerte abusando del débil. Entre la mentira y la alienación, casi me quedo con la segunda. No lo duden: España está llena de futuro. De presente andamos escasos, de acuerdo, pero el futuro será esplendoroso. Se huele. Eulogio López eulogio@hispanidad.com