• Hablando de pobreza: la Iglesia no es una ONG.
  • Su triple tarea, según Benedicto XVI: palabra, sacramentos, caridad. Por ese orden.
  • Y dentro de ésta: la cosa está, antes en comprender que en dar y no sólo de pan vive el hombre.
"La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una tripe tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyria), celebración de los sacramentos (leiturigia) y servicios de la caridad (diakonia). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separase una de otra". Son palabras de Benedicto XVI (en la imagen) que resultan de lo más actuales. Tanto que las recoge la Conferencia Episcopal Española en su reciente folleto sobre la pobreza. Lleva por título "Iglesia servidora de los pobres". Las palabras del Papa Benedicto XVI -que seguirá siendo Papa hasta que muera, aunque no gobierne el Vaticano- podrán resumirse así: la Iglesia no es una ONG. O también así: "lo primero es Dios", luego el hombre. Incluidos los pobres, concepto éste de pobreza, por lo demás, bastante equívoco. Y más: la primera función de la Iglesia es predicar a Cristo, la segunda la administración de la gracia de Cristo mediante los sacramentos. La tercera la caridad, pero ojo, que la caridad está sobre todo en comprender, antes que en dar. Y, siempre, sin olvidar que "no sólo de pan vive el hombre". Figúrense que los presbíteros se dedicaban a la palabra y a los sacramentos mientras la caridad, entendida al modo onegero, era cosa de diáconos, órdenes menores. Aclarado esto: claro que hay que ayudar al que menos tiene. Y la Iglesia lo hace. Pero ojo, por el precitado orden de prelación. Porque la Iglesia es mucho más que una ONG. Eulogio López eulogio@hispanidad.com