• Muy poco podemos hacer contra él, salvo, eso sí, amargarnos.
  • El calentamiento global no sé si será una realidad pero estoy convencido del calentamiento mental que abruma a los habitantes de Iberia.
  • El hombre no se convence de que exagera.
Lo cuentan en La Celosía, una de esas modestas páginas web que recuerdan un dogma de Internet: la verdad siempre circula por canales pequeños. Aseguran en La Celosía, y son buenos periodistas, que los españoles somos los más preocupados por el cambio climático. Estoy convencido de ello: somos tan tontos que estamos muy preocupados por el cambio climático. Es más, llega el calor y nos 'acaloramos'. El calentamiento global no se si será una realidad pero estoy convencido del calentamiento mental que abruma a los habitantes de Iberia. Al tiempo, hemos hecho un dogma y un estilo de vida de la lucha contra el cambio climático, por lo que estamos condenados al fracaso. Nada puede hacer el hombre por solucionar un problema telúrico que depende de cosas tan grandes y cambios tan pequeños, tan siderales, que no podemos ni aventurar la solución. Somos los españoles exagerados e impresionables. No deberíamos. Porque no sabemos a ciencia cierta ni el alcance ni la solución al calentamiento global en un futuro. Pero eso sí, somos muy capaces de amargarnos en el presente. En vivo y en directo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com