• Es el mandamiento del siglo XXI: Burro grande, ande o no ande. Y, por lo general, no anda.
  • El FMI recomienda a las empresas españolas que crezcan, que se hagan enormes, multinacionales, la repera.
  • Es decir, que el FMI promociona el oligopolio.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) nos ha visitado -¡cuánto honor!- y el ministro de Economía, Luis de Guindos, ya ha adelantado que aconsejarán a los hombres de negro que nuestras empresas sean más grandes. Por pura casualidad es lo que dos semanas atrás advirtió Guindos. Y lo que deseaban las autoridades monetarias europeas para la banca española era más tamaño. Pues valiente chorrada. Empresas más grandes, bancos más grandes y países más grandes e instituciones más grandes sólo suponen quiebras y desastres más grandes. Lo grande es ingobernable y, en cualquier caso, poco eficiente. Además, las grandes propiedades no son de nadie: es una propiedad fiduciaria donde los gestores hacen de su capa un sayo y se permiten el lujo de burlarse de los propietarios. Y cuanto más grande es un país, menos participan sus ciudadanos en la toma de decisiones. Lo que ocurre es que el FMI de doña Christine Lagarde (en la imagen) es una institución mundial a la que le encantan los oligopolios: cuantos menos y más poderosos sean los propietarios del mundo mejor para ellos... Pero no es eso lo que debemos desear la inmensa mayoría de la población, por ejemplo, los pequeños proletarios. La inmensa mayoría de la población debe aplaudir lo pequeño e intentar convertir el uno grande en multitud de trozos… pequeños. Todo lo grande debe ser destruido. Eulogio López eulogio@hispanidad.com