Abajo los curas y arriba las faldas. En eso consiste el feminismo.

Inauguración del Congreso y de la décimo tercera legislatura. La sesión se convirtió en un guirigay de corte frentista, fiel reflejo de una España enfrentada y mentirosa.

El independentismo catalán no me preocupa, me preocupa el progresismo español. El problema no es Junqueras ni Puigdemont. El problema son Sánchez y Rivera... progres de izquierdas y de derechas.

Y es que la monserga separatista no nació porque sí. Nació porque el hombre necesita de Dios. Cataluña se descristianizaba y sustituía a Cristo por la “republica catalana”.

Por lo tanto, la cuestión preocupante no es el independentismo, sino la causa de ese independentismo. Ahí, en la inaugución del Congreso, había partidos separatistas y otros centralistas, pero todos ellos igualmente progres. Y todo progre busca una dios al que adorar: sea el feminismo o la ideología de género.

El único partido allí presente no progre era Vox. Ojo, no progre en teoría, en su programa, porque a veces, en la práctica