• El problema de la ironía con contenido es que no se puede destruir donde no hay nada construido.
  • "Os sepultaremos a carcajadas", dijeron en el 68.
  • Desde la Puerta del Sol, Pablo Iglesias pretende enterrarnos con horteradas.
"Os sepultaremos a carcajadas", dijeron en el 68, pero se trataba de una carcajada hueca porque, al igual que ha ocurrido con el 15-M, el diagnóstico era mucho mejor que la terapia. Por eso, los chicos de Daniel el Rojo no cambiaron nada… como no cambiará nada Pablo Iglesias y el 15-M. Bueno sí, tendrán más dinero y más poder. Es decir, lo cambiará todo para peor, porque destruirá pero no sabrá construir salvo su propia tiranía. Iglesias y Garzón no hacían otra cosa que sonreír en la Puerta del Sol, el pasado lunes. Es decir, son esos chicos que poseen sentido del humor. Ahora bien, el humor forzado sirve para poco, salvo para la hipocresía. Donde no hay seriedad tampoco hay humor porque no hay ni contrapunto ni incongruencia. ¿Qué es un chiste? La súbita percepción de la incongruencia. Sólo que si no creemos en nada, esto es, en ninguna congruencia, tampoco existirá la incongruencia que nos divierte. Lo mismo ocurre con el relativismo, el nuevo nihilismo progre no es más que un derivado: Nada es verdad ni nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira. Ni nada es verdad, tampoco lo es el aserto que niega la imposibilidad del humor. Si no hay algo serio tampoco es posible el honor, si no hay coherencia tampoco hay  incongruencia, sino no hay nada construido no hay que nada que destruir. Así que Pablo Iglesias y Alberto Garzón no nos están matando a carcajadas: nos están matando con la horterada de una mueca que sólo esconde su ambición. ¿Esto significa que Podemos no sea un peligro, un peligro que puede llegar a gobernar en España? Desde luego que Podemos y Pablo Iglesias es un peligro: son comunistas, amigos de la dictadura, enemigo de los cristianos y personaje peligroso que llega al poder democráticamente para poder terminar con las libertades. Creo que Podemos puede llegar al poder en España. Y si eso ocurre, precipitará el enfrentamiento civil. Bueno, tampoco es para tanto. A fin de cuentas, una guerra civil de siglo en siglo limpia los ambientes enrarecidos, ¿verdad? Eulogio López eulogio@hispanidad.com