• El cristiano no medita en silencio. Todo lo contrario, habla con Cristo y escucha a Cristo.
  • El yoga así, al pronto, es el sistema más rápido para idiotizarse.
No se por qué dicen que la publicidad se está cargando Internet. La verdad es que la publi, como dice ella misma, forma parte de nuestras vidas y a veces resulta muy ilustrativa. No tanto las campañas de las grandes firmas o instituciones, sino la pequeña publicidad. Observen lo que me ha llegado: un boletín titulado "Budismo libre y laico". Una reiteración sin duda, porque libre y laico es lo mismo: la libertad florece donde no hay curas. Insisto: no es cristianismo, sino budismo laico. Importante. Por de pronto, nos venden una actividad de retiro oriental, con tres especialidades, todas ellas laicas. A saber: 1.- Enseñanza budista. Hasta ahí no anda mal, porque el budismo tiene más de moral que de credo, de civismo más que de filosofía y más de urbanidad que de teología. Buda se hubiera quedado perplejo al comprobar que se le tomaba por el creador de una religión. El hinduismo sería otra cosa, pero el budismo, ni de broma. A continuación, dentro de esos retiros nada espirituales, sino extraordinariamente laicos, nos animan a la meditación. Pero ojo, meditación laica. Los cristianos meditamos -rezamos- para hablar con Cristo pero, naturalmente, si se trata de una meditación laica sólo se me ocurre el silencio. Silencio, no para escuchar a nadie, pues no hay nadie a quien escuchar, claro, sino para quedarse en Babia. O sea, una especie de tapones en los oídos. La oración cristiana consiste en hablar con Dios, la oración budista en encerrarse en sí mismo. La oración budista, que no nudista, laica y libre… Qué quieren que les diga, se me escapa totalmente. 2.- Yoga, claro está que es meditación pero con el cuerpo, que es, como todo el mundo sabe, lo que más medita de la persona. El yoga así, al pronto, es el sistema más rápido para idiotizarse. En un segundo apartado, puede convertirse en la puerta de entrada a los otros espíritus, los cabroncetes. Pero no entremos en ello: alguien podría ofenderse. En cualquier caso, ya no necesitan practicar ustedes el cristianismo laico, mucho más aburrido que el cristianismo confesional. Ahora disponen del budismo laico. Y además, libre. El precio me parece un pelín elevado: 8.400 pesos mexicanos por persona. Tengan en cuenta que como la alimentación del muy budista retiro espiritual pero laico es vegetariana todo son ventajas. Por ejemplo, no se gastan dinero en carne y pescado, que es lo más caro. En segundo lugar, además de meditar en budismo laico y libérrimo, puedes adelgazar mientras meditas de forma tan trascendental como laica. O sea, lo de Chesterton: las ideas modernas son las antiguas ideas cristianas, o budistas, que se han vuelto locas. Las ideas… Y sospecho que los portadores de las mismas. Eulogio López eulogio@hispanidad.com