• Porque el 71% de los españoles se dicen católicos. Es decir, que debería haber, al menos, 245 diputados católicos.
  • Y, además, 50 practicantes de misa dominical o más. Al menos, según la encuesta del  CIS.
  • Conclusión: el cristianismo ha sido desterrado del poder.
  • Y tenemos un problema de pluralidad.
El socialista Patxi López, nuevo presidente del Congreso (en la imagen), ha hablado del pluralismo que reflejaba la cámara, representante de todos y todas los españoles y las españolas. Pues no parece que los católicos, religión mayoritaria, estén representados en el nuevo congreso (ni en el antiguo). Veamos, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), un 71% de los españoles se confiesa católico. Es decir, que en la cámara debería haber 245 diputados católicos. No sólo eso, el 16,6% va a misa todos los domingos o incluso todos los días de la semana. Es decir, que debería haber entre sus señorías al menos 50 diputados católicos practicantes (no me gusta el nombre pero aceptémoslo para entendernos mejor). Y a ello deberán sumar el 12% que asegura va a la Iglesia y que va al menos una vez al mes. En cualquier caso, ¿encuentran ustedes 50 diputados católicos practicantes, se supone que coherentes con su fe y su práctica de misa, y 245 coherentes con su ideario cristiano? ¿En serio? Porque entonces comprendo cómo promulgan las leyes que promulgan. En resumen, señor López que no, que no hay representatividad ni pluralidad. Lo que hay es una clase política envilecida, que hace mangas y capirotes de la mayoría de españoles que se confiesan católicos y no digamos nada de los que se toman en serio su fe. Es el divorcio entre política y sociedad. A cualquier demócrata debería preocuparle. Mucho. Eulogio López eulogio@hispanidad.com