La exhumación de Franco recuerda el famoso refrán de que las cosas de palacio van despacio, algo con lo que no contaba el Gobierno, que en la cuenta atrás de la legislatura quiere colgarse la medalla de haber sacado del Valle de los Caídos estos “restos cadavéricos”, como los denominó la ministra de Justicia, Dolores Delgado. Un tema complejo que ha dado lugar a más de una polémica, incluidas las dos veces que el Vaticano ha desdicho al Ejecutivo, diciendo que solo acatarían lo que decidiera la autoridad competente.

En la cuenta atrás de la legislatura, el Gobierno quiere colgarse la medalla de haber sacado los "restos cadavéricos" del dictador del Valle de los Caídos

Ahora, el cardenal Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia Episcopal, ha lanzado un aviso bien clarito (ver vídeo, a partir del minuto 47:15) al presidente del Gobierno -o más bien, desgobierno por sus escasos ocho meses y medio en el poder y las muchas veces que ha usado el donde dije digo, digo Diego-, Pedro Sánchez; la vice, Carmen Calvo, y cía: “la Iglesia nunca se ha opuesto a la exhumación, pero tampoco la ha apoyado”. Además, ha recordado la suspensión de la licencia urbanística por parte de un juzgado de San Lorenzo de El Escorial y que el tema también está en el Tribunal Supremo.

Blázquez espera que sea "un lugar de reconciliación de todos"... pues para la manida Memoria Histórica socialista solo hay víctimas de un bando

Pero ojo, por primera vez, el cardenal Blázquez, máxima autoridad de la Iglesia en España, ha puesto el dedo en la llaga, al recordar que la basílica “está coronada por la Cruz” y que esta es un símbolo de reconciliación. Claro que la Cruz, como saben, molesta mucho al cristófobo Gobierno Sanchez (recuerden que a Calvo la pillaron en el Congreso diciendo "esa horrible Cruz") y a Unidos Podemos, mucho más. Además, Blázquez espera que sea “un lugar de reconciliación de todos”, algo que no se ajusta a la manida Memoria Histórica socialista, para la que solo hay víctimas de un bando.