• Si el Rey de España no hace nada, ¿para qué sirve el Rey a los españoles?
  • El PSOE de Pedro Sánchez tiende al monte… donde le espera Pablo Iglesias.
  • Cataluña se sume en el caos.
  • ¿Quién reina en España, Felipe o Letizia?
  • Felipe VI habla en el universo Letizia: cultura-espectáculo, viva lo verde y viva lo gay.
  • Ya saben, la gente a quien no soporta Letizia: políticos, curas y militares.
  • Y encima, los tiempos judiciales del Caso Nóos irrumpen en el interregno.
Decíamos anteayer que Felipe VI se había convertido en un rey escondido y excluido. Se excluye de la crisis institucional que aclara España y se esconde ante el desafío soberanista catalán.  Todo ello para desesperación de su padre, Juan Carlos I, que no comprende esa forma más lenta, tan ausente, de reinar. Crisis tras el 20-D. La figura del monarca es institucional. Claro, pero es que de instituciones estamos hablando. La postura del Rey es de arbitraje entre las instituciones y quienes las representan. Claro, pero todavía estamos esperando. El papel del Rey Felipe VI ya no es el de su padre con transición a cuestas. Sí, pero que cambie la obra no significa que no haya que actuar. Ahora mismo Felipe VI está perdiendo su 23-F, un problema, sin duda, pero también una oportunidad. Lo que pasa, Señor, es que hay jugársela. Porque claro, si el Rey de España se cruza de brazos, ¿para qué les sirve el Rey a los españoles? Si no mueve un dedo, mientras el PSOE del político más insensato que vieron los tiempos, un tal Pedro Sánchez, tiende al monte… donde le espera Pablo Iglesias, ¿para qué existe poder moderador? Si mientras Cataluña se sume en el caos el monarca no realiza gesto alguno de españolidad en Cataluña: ¿Para qué sirve el Rey de España? Hasta el momento, ha sido Su Majestad la Reina doña Letizia quien ha marcado la agenda: mucha cultura, viva lo verde y viva lo gay. Y naturalmente nada de los tres colectivos para doña Letizia representan lo peor de lo peor: políticos, militares y curas. Ahora bien, la reina Letizia es reina consorte, al tiempo que una de las principales tareas del Rey consiste en hablar con la clase política, independientemente de lo que le guste o no le guste. Y encima los tiempos del caso Nóos vuelan en el escenario político. Ahora, es posible que Felipe VI se esté arrepintiendo de haber atendido los requerimientos de su esposa, que le animaban con una dureza extrema con su hermana Cristina para apartar a La Zarzuela del caso Nóos. El Monarca está perdiendo su 23-F y, además, en la línea marcada por doña Letizia, se nos está volviendo tan distante como hortera. Eulogio López eulogio@hispanidad.com