Pedro Sánchez, como aspirante a ser el más listo de la clase, puede acabar siendo el más tonto del planeta.

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón, continúa viajando por el mundo y ofreciendo grandes novedades. Siempre tiene algo que decir.

Así, se plantó en Katowice (Polonia), en la Cumbre contra el Cambio Climático y aseguró que las exigencias de París se le quedan cortas y que él quiere para España más autoexigencias, aún más duras. Recordemos que las de Macron han sido rechazadas por Estados Unidos, un país un poco más rico que España, por excesivas y dañinas para la economía norteamericana.

Pero a Pedro Sánchez el Compromiso de París se le queda corto: se dispone a flagelar a los españoles con objetivos más ambiciosos. ¡Qué miedo!

En Katowice todos han debido pensar: ¡qué líder más curioso tienen los españoles! O quizás han recordado las palabras de Bismarck: España es el país más poderoso del mundo: ni tan siquiera sus dirigentes han logrado destruirlo.

Por cierto, ¿en qué consiste realmente la lucha contra el cambio climático? Sencillo, en esterilizar a la humanidad. Sí, hombre, sí: al final, el hombre es el pérfido depredador del planeta y lo que hay que hacer es promocionar o regalar aborto, anticoncepción y esterilización. A ser posibles todo obligatorio por ley o por presión social casi irresistible.

Todo lo demás, parafernalia ecologista.