• Dios existe o no existe independientemente de que el hombre crea o no crea en él.
  • Y lo mismo puede decirse de la vida eterna.
  • Ahora bien, la pregunta sigue en pie: ¿Cómo matar a un espíritu?
  • Parece mentira que no creamos en los milagros cuando vivimos de milagro.
Charla profesional con uno de los consultores empresariales más reconocidos de España. Un familiar suyo está en las últimas y toca hablar de la muerte: "Yo no sé lo que habrá al otro lado, probablemente gusanos", sentencia. Me quedo de piedra, porque a este hombre le he visto acercarse a comulgar, aunque reconozco que fue diez años atrás. Además, no es falta de fe, es falta de esperanza, que antes que a la increencia lleva la desesperación… como su mismo nombre indica. No se trata de entrar en una razonamiento filosófico -científico, si lo prefieren, pues la filosofía es ciencia, como su mismo nombre indica- sobre qué es la muerte, así que le digo lo que se le puede decir a una mentalidad moderna que necesita volver a la evidencia, casi a la tautología: Dios existe o no existe independientemente de que tú y yo creamos o no creamos en él. Pero lo más importante es lo que constituye una de las cuestiones nucleares de todo pensamiento: ¿Cómo matar a un espíritu? La muerte no es más que la separación de las partes, pero un espíritu no tiene partes. Pero sospecho que sobre este tipo de cuestiones, es decir, en las fundamentales, la modernidad ha creado una especie de manto impenetrable. Se trata de que nadie repare en ello: Lejos de mí el funesto hábito de pensar. Este es uno de los principales axiomas del progresismo. Como ven no estoy hablando de fe, pero la pregunta sigue siendo la misma: Cuando vuelva el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra? En efecto, nos hemos acostumbrado a pensar en cualquier cosa que nos exija abstracción, es decir, elevarnos por encima de lo tangible. Ahora bien, aquí opera el viejo adagio alemán: no siempre que un libro no cabe en una cabeza humana la culpa es del libro. Además, como reza, el mensaje internetero adjunto: parece mentira que no creamos en los milagros cuando vivimos de milagro. Eulogio López eulogio@hispanidad.com