• Georges Lemaître era sacerdote, además de un científico que descubrió el Big Bang.
  • Y por cura y por científico se negó a hacer filosofía barata de su 'invento'.
  • Porque sólo un dipsómano puede sustituir al Creador por la Gran Explosión.
  • Y porque resulta difícil de aceptar que el universo se creara a sí mismo, él solito.
  • Así que lo políticamente correcto consiste en ignorar a Lemaître.
  • Y de paso, manipular su avance científico.
Lo cuenta Religión en Libertad. Cincuenta años sin el padre Georges Lemaître (en la imagen), el descubridor del Big Bang. Era un cura, y físico astrónomo de primer nivel, razón por la cual es poco citado como científico. Si era cura no puede ser científico, ni tan siquiera listo. Necesariamente ha de ser un imbécil. Pero no sólo hay que silenciarle a él sino que hay que manipular su obra. No sé cuántas veces ha oído hablar del Big Bang sin que su 'inventor', el cura Lemaître, sea citado. Todas. Pero lo importante es que el Big Bang ha sido interpretado por todos los tontos que en el mundo han sido como la alternativa a la creación y al Creador. Es decir, que el universo se creó a sí mismo, él solito. Los ateos son caprichosos. Siempre empiezan contándonos la película por la mitad: ya saben, una carga negativa y otra positiva -¿De dónde salieron?, ¿una concentración de la materia en un punto? ¿De dónde salió esa materia?-, etc., etc. No su descubridor, Lemaître, era un científico y, por tanto, ni se le ocurrió hacer filosofía, mala filosofía, de su hallazgo. No se le ocurrió decir, tampoco hubiera quedado bien en un cura, que Dios no había creado el mundo, que lo había creado el Big Bang. Eso sólo se le ocurre a la progresía. Eulogio López    eulogio@hispanidad.com