Que el coronavirus se ha cebado con los mayores no es noticia, pero sí lo pueden ser testimonios como el de  Mary Fowler, una anciana británica de 104 años, que se ha vuelto viral en redes sociales -tal como recoge ABC- tras protagonizar un vídeo en el que pide entre lágrimas que la permitan volver a ver a su familia antes de morir. No hace falta entender su idioma para que su angustia y su tristeza lleguen al espectador. Pero, juzguen ustedes mismos.

En el vídeo, Fowler explica: «Tengo que ver a mi familia. Estoy bien cuidada aquí, pero quiero ver a mi familia. Es mi derecho, por favor, ayuda», ruega la mujer, que lleva desde marzo confinada en una residencia de ancianos de Escocia. «Esto me está haciendo pedazos. Debo ver a mis hijos».

«Se me está acabando el tiempo», asegura entre lágrimas. Debo ver a todos mis hijos y hacer que las cosas sean como antes... Por favor, ayudadme».

Cathie Russell, directora de la asociación Care Homes Relatives Scotland y encargada de publicar el vídeo, explica que la anciana desea ver a sus seres queridos antes de morir.

«Esta no es forma humana de tratar a nuestros mayores, el encierro la está haciendo sentir como una prisionera».

Y a otros muchos millones de personas