• La morada donde Dios quiso habitar.
  • Nuestro centro escondido, inaprensible por la razón.
  • El lugar de la alianza.
  • Y el concepto que nunca acabamos de entender.
Ojo al dato: "El corazón es la morada donde yo estoy, donde yo habito. Es nuestro centro escondido, inaprensible, ni por nuestra razón ni por la de nadie. Sólo el espíritu de Dios puede sondearlo y conocerlo. Es el lugar de la decisión, en lo más profundo de nuestras tendencias psíquicas. Es el lugar de la verdad, allí donde elegimos entre la vida y la muerte. Es el lugar del encuentro ya que, a imagen de Dios, vivimos en relación: es el lugar de la alianza". No lo digo yo, que conste. Es el punto 2563 del Catecismo de la Iglesia Católica y habla de un ente y de un concepto olvidado: el corazón. El centro escondido e inaprensible del ser humano, aquel donde el mismísimo Dios quiere habitar. Un cierto materialismo pedestre ha reducido el corazón a una especie de novela rosa que, como se sabe, siempre acaba siendo verde, con lo que ha rebajado la víscera del corazón a la entrepierna. Pero la gente que aún no se ha vuelto desgraciada estira las orejas cuando oye hablar del corazón o cuando le hablan al corazón. Nos falta corazón, allá donde se elige entre la vida y la muerte. Eulogio López eulogio@hispanidad.com