• ¿Por qué no dejasteis quebrar a los quebrados?
  • De otra forma, toda victoria jurídica sobre los bancos será un boomerang.
  • Por su parte, el cliente tiene que convencerse de que ganar dinero no es un derecho.
  • Toda operación financiera, hasta la más simple o cotidiana, conlleva un riesgo.
Pues claro que el dictamen del abogado general europeo -figura más cercana a la del juez que a la del abogado- sobre las cláusulas suelo de la banca española es injusto. La justicia es darle a cada uno lo suyo, no sólo lo posible, ni tampoco sólo el mal menor. Por tanto, si había techo a favor del prestamista no podía haber suelo a favor del prestatario. Y con el tipo de interés negativo pues hay que advertirlo 'antes de'. Es de cajón. Además, el abogado europeo alega que su motivo consiste en que no es posible pedirle a la banca que pague más de 3.000 millones de euros porque podría verse al borde de la quiebra… de nuevo. Pero eso no es una razón. Es como si el juez advirtiera que está dictando una resolución, no porque sea justa sino por alguna otra razón. Ahora bien, tampoco resulta justa la premisa de la que parten los reclamantes. Y es esta: un banco no puede quebrar y el Estado, es decir, el conjunto de los ciudadanos, debe pagarme el dinero que yo tenía invertido o depositado en ese banco. Que me lo pague el Estado que, al igual que Hacienda, somos todos, aunque algunos más que otros. Si, por el contrario, dejáramos quebrar a los bancos privados, el personal se lo pensaría más a la hora de poner su firma en cualquier contrato financiero. Es más, este desequilibrio de las cláusulas suelo sí son de justicia, los que protestan contra los preferenciales no: no tienen razón. Asumieron un riesgo y perdieron. Nadie ha dicho que no se pueda perder en los mercados porque toda operación financiera conlleva su riesgo. De entrada, prohibido salvar bancos en crisis: dejad quebrar a los quebrados. De salida, un banco no es un seguro y los mercados financieros mucho menos: a veces se gana y a veces se pierde. Y si pierdes, te aguantas: los demás no tenemos por qué pagar tus pérdidas. Y si te negaron… hombre muchacho, se tratará de una excepción, no de la regla. Eulogio López eulogio@hispanidad.com