No sé si es cierto pero si lo fuera, sería curioso. Desde luego, verosímil es: los chinos obligan a presos musulmanes a comer cerdo en los campos de reeducación para que se alejen del fanatismo.

Pero es un hecho que los chinos continúan teniendo campos de reeducación, es decir, de lavado de cerebro… y cuando pueden, de corazón

El fanatismo no consiste en no comer carne de cerdo. Los musulmanes no se mueren de hambre por no comer carne de cerdo, hay muchas otros animalitos y plantas con los que alimentarse (aunque ninguno tan bueno como el cerdo, hay que reconocerlo). Eso no es fanatismo. De hecho, quebrar el fanatismo a la fuerza sí que parece una actitud más recalcitrante.

Cuando no crees en nada tiendes a ofender los principios de los demás

Pero es que, además, lo de los chinos es relativismo. O más bien: me importa un pimiento tus principios: eres mi enemigo y te voy a fastidiar por el solo hecho de fastidiarte. Y no considero que sea una ofensa porque a mis convicciones no puedes ofenderlas: no tengo ninguna.

Y la ulterior revelación: los chinos continúan con sus campos de reeducación. ¡Qué buenos son los chinos!