• No olvidemos que la China actual representa la perversión de los valores cívicos, en estado puro.
  • Es decir, tiranía comunista y soberbia capitalista.
  • Los chinos no pueden amar ni pensar: sólo atesorar. Son los nuevos 'gilitos'.
Cuando abrieron el primer McDonalds en Tokio alguien dijo que se trataba de una venganza gringa por el ataque japonés a Pearl Harbor. Y ese alguien tenía razón pero probablemente fue la única victoria obtenida por Occidente en Asia, en  continente del siglo XXI, que ahora se venga, aprovechado al degeneración de Occidente. China es un país y dos sistemas: es decir, un desastre. La China actual representa la perversión de los valores cívicos, en estado puro. Es decir, tiranía comunista y soberbia capitalista. Lo peor de cada casa. Los chinos no pueden amar ni pensar: sólo atesorar. Son los nuevos 'gilitos' amargados del nuevo mundo panteísta. Es decir, del círculo que jamás termina porque ni tuvo principio ni tendrá fin. Eulogio López eulogio@hispanidad.com