Los curas tienen miedo a hablar claro. Los laicos cristianos también. Esta es una de las notas dominantes del cristianismo actual, envuelto en eufemismos y soserías. Pensamos que con ello no provocaremos menos rechazo y lo que provocamos es más desprecio.

Dos consejos para el católico actual:

  1. No callar ni debajo del agua.
  2. Más vale ponerse una vez colorado que veinticinco amarillo. Vamos que no viene nada mal escandalizar un poquito al mundo. Y se logrará ese escándalo para bien siempre que se recuerden las verdades primigenias de la fe. Por ejemplo, cuando se hable de Cielo e Infierno, tabúes hoy prohibidos.

Dos consejos para el católico de hoy: no callar ni debajo del agua y ‘escandalizar’ un pelín

Católicos: no tengáis miedo porque encima si somos miedosos, nos despreciarán los hombres y nos negará Dios.

Con un “No tengáis miedo” comenzó su pontificado Juan Pablo II, en 1978. Hoy necesitamos que nos lo recuerden de nuevo. En la etapa en la que ya hemos entrado, mucho más.