• Promulga la libre elección de sexo y crea la llamada "sexualidad neutral": la "X".
  • Pero esto se queda corto. Es necesario, Justin está en ello, que cada uno puede elegirlo todo.
  • Por ejemplo, que podamos elegir, además de sexo, la estatura, la edad, la fortuna, la inteligencia…
  • Y entonces, todo cambiará: es magia.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau (en la imagen), se merece, sin lugar a dudas, el título de ministro más hortera de todo Occidente. La última, que en su caso siempre supera a la penúltima, es genial: los ciudadanos que lo deseen podrán marcar el signo 'X' que les identifica, no como hombres, no como mujeres, sino como personajes de sexualidad "neutral". Nadie sabe qué es sexualidad neutral, aunque algunos nos imaginemos que nada bueno, no por la 'X', sino porque viene del señor Trudeau. En cualquier caso, esto de que cada cual pueda elegir sexo se nos está quedando corto e incluso retrógrado. Además del sexo, podríamos elegir la estatura, la edad, la nacionalidad, la fortuna, todo. Basta con convertirlo en un derecho recogido en el Boletín Oficial del Estado. Y entonces… todo cambiará. ¡Justin, qué grande sos! Eulogio López eulogio@hispanidad.com