Sí, lo ha dicho el ilustre ministro del Interior, don Fernando Grande-Marlaska, uno de nuestros peores ciudadanos: “Debemos luchar contra las mafias de inmigrantes que ponen en riesgo la vida de miles de personas que mueren en el mar”.

Sí, como lo oyen. Hemos pasado de papeles para todos, a la necesaria política humanitaria, a la inmigración ordenada, a... decir lo mismo que Matteo Salvini: las mafias trafican con seres humanos y hay que acabar con ellos. ¡Qué asco que me das Marlaska, hablas como la derechona, incluso como los ultras de Vox!

Ahora sólo le queda él último paso: plantar cara a Marruecos y amenazarle con no acoger a todos los migrantes que utiliza el señor Mohamed VI para extorsionar a España, por ejemplo, con Ceuta y Melilla.

Y sobre inmigración hacer cierto aquello de que hay que ayudar a los países en origen, porque la emigración de suyo, es algo malísimo: significa que la gente no puede desarrollarse en su propio entorno y tiene que buscar un entorno que le es extraño.