Cumbre migratoria en la Unión Europea
Mire usted: ¿la migración es buena o es mala? La migración es mala porque emigra el que no puede vivir en su región de origen y deja a su país sin sus mejores elementos. 
Y, sobre todo, no hay peor forma de cautiverio que el exilio ni tristeza más duradera que la nostalgia.
Por eso, no se trata de crear centros de identificación de inmigrantes, que no serían otra cosa que centros de concentración de inmigrantes, sino de ayudar a los países en origen, a cambio de que ellos mismos sean quienes controlen sus fronteras. Pero ayudarles de verdad, para que no tengan que emigrar.

Tiene gracia que a la Europa progresista sólo piense en la instalación de campos de identificación (¿concentración?)

Otro sí: no admitas a quien no está dispuesto a respetar la religión del país que le acoge. O su cultura… que es lo mismo.

Por lo demás, la máxima primera del cristianismo sobre emigración es mantener siempre las fronteras abiertas. El cierre es excepción, no regla. ¿Vivimos hoy en excepción? Sí, pero no debemos olvidar el principio primero.

En cualquier caso, tiene gracia que a los muy progre dirigentes europeos lo único que se les ocurra para acoger al inmigrante es someterle a identificación en un campo de concentración.

Mucho más coherentes los húngaros, los polacos o los austriacos.