El libro se titula Austeridad, lo que ya proporciona pistas. Alberto Alesina, Carlo Favero y Francesco Giavazzi han escrito un informe duro, de los que hay que leer despacio pero con un mensaje nítido, que podría resumirse así: la regla es la austeridad pública, que no privada y, ya metidos en harina, mejor que las cuentas públicas cuadren reduciendo gastos que no aumentando ingresos.

Lo cual nos retrotrae a la vieja receta de que los ministros de Economía deben imitar a las amas de casa, aunque ellos sí pueden hacer aquello que no hacen los amas de casa: aumentar ingresos subiendo los impuestos.

Un ama de casa (o amos de casa, ¡uy lo que he dicho!) sabe que no puede incrementar sus ingresos alegremente. No es que no deba, es que no puede.

Porque claro, para reducir el déficit público hay dos opciones aumentar los impuestos o reducir los costes, los famosos recortes.

Pues bien, lo que dice, demuestran estos tres profes es que un buen gobernante debe optar por los recortes cuando se trate de reducir el déficit público.

Y ahora ponganlo en contacto con el actual Gobierno socio-podemita español: si el déficit no sale, a Iglesias y a sus chicos ya se le ocurrirá algún nuevo impuestos o endeudarse un poco más. De esta forma se acaba siempre en el reparto de la miseria.

No es genial.

No sé si a don Pablo le va a gustar mucho este móvil pero no deja de ser interesante.