• Las dos cosas al mismo tiempo es imposible.
  • La tecnología y la naturaleza forman un matrimonio condenado al divorcio.
  • La nueva sede de Apple no es verde: es ladrillo con árboles.
  • La ecología es uno de los experimentos más necios de la historia.
  • El progreso -el progreso material- siempre estará en lucha contra la naturaleza.
Apple estrena nueva sede corporativa (en la imagen)  rodeada de árboles. Es decir, que ha incrustado el ladrillo, el cristal y el plástico en un entorno verde. O mejor, ha rodeado el ladrillo con árboles. La nueva sede de Apple no es verde: es ladrillo con árboles, como antes fueron árboles con ladrillo. Lo cual está muy bien, claro está, mientras el objetivo consista en que los trabajadores tengan buenas y relajantes vistas, y se entiende cuando se busca, según la multinacional más cara, ergo elitista, del mundo, "un matrimonio entre la tecnología y la naturaleza". Y es que se trata de un matrimonio condenado al divorcio. La ecología no es otra cosa que el cumplimiento bíblico del "henchid la tierra y sometedla". La tecnología condiciona la naturaleza y hace que el hombre la domine. Y eso es maravilloso para el hombre, pero no para la naturaleza. Y lo entenderíamos todos si no fuera porque la ecología, uno de los experimentos más necios de toda la historia de la humanidad, nos lleva a pensar que la naturaleza no tiene otro enemigo que el CO2 y sus derivados.  Y, naturalmente, el depredador que está detrás de la masacre verde es el hombre. ¡Qué malo es el hombre! Para ser exactos, el progreso del hombre. De alguna manera, o eres ecologista o eres progresista (hablo del mero progreso material). Las dos cosas al mismo tiempo es imposible. En cualquier caso, el hombre y la tecnología siempre estarán enfrentados a la naturaleza y la naturaleza siempre estará fastidiando al hombre y a la tecnología. Eulogio López eulogio@hispanidad.com