El Gobierno sigue sin dar explicaciones sobre por qué se ha negado a refrendar un acto al que el Rey lleva asistiendo 20 años. (ABC 25-09-2020)

No parece sino que Sánchez, quien dice gobernarnos, haya abierto el ánfora de Pandora y empezara a derramar todos sus males sobre España y los españoles.

No ha sabido, ni sabe, controlar una pandemia. O acaso no quiere controlarla para que los españoles nos hundamos en el miedo, y así poder imponer su oculta tiranía y resentimiento. No sabe ni sabrá controlar la economía con lo que nos precipitara en la miseria, no conocida desde nuestra incivil guerra. En la “educación”, al  desdeñar la excelencia y el esfuerzo, nos volverá a la incultura…

Y en su incompetencia, y como nadie lo pone en su sitio, se siente impune cada vez más y llega a cometer actos contrarios a nuestra Constitución o abusar del poder al ejercer deslealmente prerrogativas que la propia Constitución da al Poder Ejecutivo para la acción del gobierno. Y en esta situación, creo que sin darse cuenta del alcance de su acto, ha utilizado la prerrogativa del referendo a los actos del Rey, diseñado para evitar que este cometa errores o ilegalidades; para anular la figura del Jefe del Estado en un acto legítimo y plenamente incardinado en sus funciones constitucionales.

No hay ninguna explicación, ni válida, ni coherente para tal acto. Y ahora yo pregunto.

¿Y si el Monarca y Jefe de Estado, en una de esas prerrogativas que también le confiere la Constitución: Art. 62 a) Sancionar y promulgar las leyes; decide no sancionar una ley propuesta por el Ejecutivo y aprobada por el Congreso, por considerarla dañina para el interés general de España y de los españoles, además de considerarla personalmente inconstitucional?

Las prerrogativas, de sanción y de refrendo, tienen como objetivo el contrapeso de los actos del rey y del gobierno; y evitar que estas instituciones cometan errores o ilegalidades.

¿Se ha dado cuenta Sánchez, realmente de la transcendencia que puede tener su acto? Creo que no. Si su vanidad, y soberbia no se lo impidiesen; por este acto de deslealtad al Rey, deshonrando su promesa de lealtad, y si fuera de verdad demócrata, a esta hora ya habría presentado su dimisión.

El Gobierno de Sánchez es una amenaza cada vez más alarmante para la continuidad de la España constitucional. (ABC 26-09-2020)

¿Está poniendo Sánchez en riesgo la seguridad del Estado? ¿Si no puede garantizar la seguridad del Jefe del Estado, o imputarle que su visita a una región de España desestabilizaría la convivencia; no debería dimitir alguien? ¿Qué pasaría si el Jefe del Estado, comandante de las fuerzas armadas, pidiese que estas garantizasen su seguridad?¿Y si decidiesen los jueces, elegir libremente en elecciones abiertas entre ellos a los doce vocales, y solo a doce; que le corresponden según la Constitución, para desbloquear la renovación de su Consejo General? Y que no esgrima la actual ley Organica del poder Judicial, ya que en este punto es inconstitucional, como dejo claro el ex vicepresidente Alfonso Guerra, al declarar enfático que habían enterrado a Montesquieu y su separación de poderes.

Estas, además de otras, serían preguntas adecuadas a realizar a Sánchez en el Congreso. Creo que el actual Jefe del ejecutivo -que es incapaz de sacar adelante unos presupuestos beneficiosos para todos los españoles, principal función de su gobierno -, está jugando con fuego y con la vida de los españoles.