• El presidente de AENA, José Manuel Vargas, no quiere que nadie le controle.
  • Por eso, pretende privatizar AENA.
  • Pero al menos que no mienta: para salir al exterior no hace falta privatizarse.
  • Esperemos que el Gobierno no ceda.
El presidente de AENA, empresa pública al 51%, José Manuel Vargas, insiste en la privatización total de la compañía. No se sabe por qué, pero, según él, la privatización total es necesaria para poder crecer en el exterior. Como explicamos hoy miércoles, las grandes multinacionales francesas son públicas y llevan cuarenta años conquistando el mundo, por ejemplo, España. Es más, a las compañías públicas se les trata mejor que a las privadas porque tienen el 'rating' legal más notable. El problema, dejando a un lado los intereses de Vargas, no es si algo es público o es privado. El problema es si es grande o si es pequeño, porque lo grande siempre abusa de lo pequeño. El Estado, por ejemplo, no es malo por ser público sino porque es grande y siempre abusa del individuo, que es pequeño. O como decía Chesterton: "¿Qué más me da que todas las tierras del condado sean del Estado o sean del duque se Sutherland? El caso es que yo no tengo ni un palmo". Eulogio López eulogio@hispanidad.com