Ocho personas han sido detenidas por blanquear dinero procedente del narcotráfico, a través de criptomonedas. Incluso, qué cosas, poseían cajeros automáticos de bitcoin.

Una moneda no es sólo un instrumento de cambio sino, ante todo, es una expresión de soberanía que respalda el poder liberatorio de deuda de esa moneda.

¿Quién respalda el valor del bitcoin? ¿Un algoritmo? ¿Y qué es un algoritmo sino una mera operación matemática?

Cuando el bitcoin se desplome, no en su cotización, sino en su totalidad manifiesta, ¿quién responderá ante sus propietarios? Nadie

No es que en la operativa con el bitcoin haya estafas, es que el mismo bitcoin y demás criptomonedas, al no poseer referencias de soberanía que les respalden, constituyen una estafa en sí mismas. O, si lo prefieren, un sinsentido.

Y encima cotiza en mercados que tampoco tienen ninguna referencia soberana: las pérdidas ya están llegando y en el futuro se dispararán.

Y todo ello, prescindiendo del espejismo habitual para responder a todo lo anterior: que el bitcoin no deja de subir y todo el mundo está ganando mucho dinero con él.

En primer lugar, la presunta subida permanente es falsa, como se demostró tras su dura caída durante el segundo semestre de 2018. Ahora bien, es cierto que las criptomonedas han remontado desde el 1 de enero. ¿Y qué? ¿Acaso esos dientos de sierra no constituyen lo propio de los instrumentos financieros altamente especulativos? 

El problema no es lo que vale el bitcoin, el problema es que su valor, carece de toda referencia, de cualquier instrumento soberano que responda por ese valor y ese precio.