Fue una de las preguntas que le formulé al secretario de Estado de Comunicación Miguel Ángel Oliver, para el doctor Simón, naturalmente no formulada en voz alta. ¿A qué viene prohibir a los padres que salgan juntos de su encierro domiciliario, con sus hijos, durante una hora al día? Pero si llevan seis semanas largas compartiendo los mismos virus entre cuatro paredes. Hombre, que unas familias no hagan picnic con otras en el parque se puede entender, pero no permitir a las parejas que salgan juntas con sus hijos a dar una paseo por el parque… ya es sadismo.

Ese sadismo que exhibe el titular de Interior, Fernando Grande-Marlaska, uno de nuestros peores ciudadanos, se permite el lujo de regañar a los padres a los que ha mantenido confinados y confitados durante más de cuarenta días.

Progres, censores y majaderos: va en el mismo paquete.