• Sólo los padres que prefieran hijos tan ególatras como blanditos pueden rechazar el sistema de reválidas.
  • A los buenos profes también les gustan las reválidas.
  • A los malos no: demuestran su incapacidad para educar.
  • En cualquier caso, la escuela no forma, sólo instruye. A los hijos les forman los padres… o no les forma nadie.
  • Y de su formación, que no de su educación, depende su felicidad.
Grandes protestas en zonas como Galicia este miércoles 11 de mayo. Padres y profesores, porque sometan a los niños a reválidas para superar los distintos niveles académicos. ¿Qué es una reválida? Un examen donde no te examina tu profe habitual. Y a mí que me parece una de las pocas cosas buenas de la Ley Wert (en la imagen, el olvidado ministro). A los padres debería gustarles porque así sabrán si los profesores cumplen con su obligación de educar a sus hijos en materias técnicas (la educación formativa, como no la ejerzan los padres no la ejercerá nadie). Sólo los progenitores que prefieran hijos tan ególatras como blanditos pueden rechazar el sistema de reválidas. A los profes también deberían gustarles las reválidas: a los buenos profes, claro, que así podrán demostrar, por auditor externo, la calidad de su trabajo. A los malos no, claro, pero con eso ya contábamos. Es lógico que un mal profe no quiera que sus discentes revaliden: podrían demostrar que son unos manta, unos vagos o ambas cosas a la vez. Eso sí, como siempre el PP, dos pasitos adelante y un pasito atrás, ha resucitado las reválidas pero apenas contarán para el expediente académico. Estilo blandito de don Mariano Rajoy. Apuntan bien pero enseguida se acobardan y acaban disparando mal. Eulogio López eulogio@hispanidad.com