• Tras solicitar una y otra vez la dimisión de miembros del PP en el momento mismo en que fueran imputados.
  • Ahora dice que como Gómez Besteiro hay que esperar a la apertura del juicio oral.
Tu cabeza es hermosa pero sin seso. El viejo dicho navarro es bastante aplicable al secretario general del PSOE, Pedrito Sánchez Maravillas, quien, por carambola del destino, puede acabar como presidente del Gobierno en diciembre. Inconsciente como es el muchacho, Sánchez se empeñó en que todo político imputado debía dimitir. Sobre todo si es del PP, claro. Ahora resulta que no actuará contra el gallego Gómez Besteiro porque… se ha hecho un lío, y ya no sabe si un político debe dimitir cuando es imputado, cuando se le abre juicio oral o cuando se le entierra. La respuesta es: debe dimitir cuando es condenado. Y si no es condenado no debe dimitir. Pero el pobre Pedrito se armó un lío en la rueda de prensa con el código ético del partido. Él, que sólo quería hablar de Rajoy. Para justificar sus pactos contra-natura, repite Pedro Sánchez que el PP vive en la soledad absoluta con su mayoría absoluta parlamentaria. Es cierto, pero lo que no dice es que si el PP vive en la soledad absoluta el PSOE lo hace en la más absoluta promiscuidad. Hoy se une a los antisistema de Compromís, mañana a los neocomunistas  de Podemos y pasado mañana a los separatistas de la CUP. Todo le vale, todo le sirve si se trata de alcanzar el poder. Este es el insensato-ambicioso de Pedrito. Y su sistema funciona frente a un Rajoy de espíritu funcionarial, que no cree en nada. Pues bien, Pedrito Maravillas apunta hacia la Presidencia del Gobierno. Gane o no gane las elecciones, sueña con un Frente Popular que convierta a Mariano Rajoy en Marianico el breve, con una sola legislatura en Moncloa. Vamos a vivir un segundo zapaterismo. ¡Qué no nos pase nada! Eulogio López eulogio@hispanidad.com