• Y cuando el masón Mandell House, desde La Casa Blanca, inventó el Gobierno Global, en forma de Nuevo Orden Mundial (NOM).
  • Los Warburg, los Rothschild, los Rockefeller: el sistema financiero e industrial para crear el caos y el nuevo orden.
  • Los masones aceptan con igual entusiasmo a la extrema derecha que a la extrema izquierda, todos pueden ser utilizados.
  • Es justo el momento en que Nuestra Señora toma los mandos en 1913, en una aldea de Portugal.
El mismo año en que la Virgen María se aparece a los pastorcillos se produce la revolución comunista rusa. Tomo los datos de esa obra maestra que el historiador Alberto Bárcena ha publicado recientemente en las librerías: Iglesia y Masonería. Las dos ciudades. Lenin había atravesado media Europa hasta Rusia, en un vagón de tren sellado, acompañado por seis millones de dólares, para financiar la revolución. No fue el único donativo capitalista para la causa comunista pero, al parecer, los empleó bien el chavalote. El dinero, y el vagón, se lo había proporcionado Max Warburg, de los Warburg de toda la vida, de la Banca Warburg, dinero neoyorquino en colaboración con banqueros socialistas alemanes, igualmente masones para que Lenin creara la dictadura del proletariado. Por ejemplo, el banquero alemán Alexander Helphand. No sólo eso, fueron quienes financiaron el viaje desde Nueva York a Rusia de un tal Leon Trotski, acompañado de 275 revolucionarios comunistas. Partieron de Nueva York un 27 de marzo de 1917. Está el dinero, que también le proporcionaron los mismos grandes capitalistas, aunque no era lo más importante. Lo más importante era el favor político de los salvoconductos. Por ejemplo, los canadienses les detuvieron en Halifax pero, de inmediato, intervino el presidente Wilson para que se les permitiera continuar (sí, a Trostky y a sus rojos armados que iban a cargarse al zar de Rusia) y, no contento con ello, intervino en su favor uno de los grandes masones de la primera parte del siglo XX. Recuerden este nombre: Edward Mandell House, mano de derecha del mencionado presidente Wilson. Pertenecía a una logia-secta especialmente peligrosa, anclada en los Iluminados (illuminati) de Baviera. Por decirlo pronto: masones, luciferinos, satánicos y, en pocas palabras, especialmente cabrones. En Mandell tenemos al inventor de unos de los conceptos más queridos por la masonería de la era contemporánea: el Gobierno mundial, el espíritu de la globalización. Mandell House es el creador, no por casualidad, de la Sociedad de Naciones, anticipo de la ONU, así como del Fondo  Monetario Internacional. Volvamos a los financieros. No se asombren, era lógico que los masones, por muy capitalistas que fueran, financiaran a sus hermanos masones. Por ejemplo, el menchevique Kerenski, era el Gran Maestre del Gran Oriente ruso, pero los masones iluminados, por ejemplo, los Rosacruces, estaban obsesionados con que su colega no era lo suficientemente rudo. Su lema siempre ha sido "ordo ab chao", por el orden hacia el caos y, mediante el caos, hacia el Nuevo Orden, a ser posible Nuevo Orden Mundial (NOM). Y tampoco es casualidad que fueran (en 1913) los financieros de Lenin, los banqueros  Warburg (sí, los de Banca Warburg, como creo haber dicho antes) quienes crearan la Reserva Federal, ojo, como un conjunto de bancos privados… que luego echarían mano de la máquina de hacer billetes, de lo público. Con ellos, nació el monetarismo, el Gobierno mundial del capital, que ese casi existe (por ahora se queda en oligopolio de bancos centrales pero funciona como si fuera un solo organismo… cada vez más). Paul Warburg (1913) fue el coordinador y a J.P. Morgan nombró al primer presidente en la persona de su directivo Benjamín Strong, otra familia de dilectos masones que tendría una proyección especial en las grandes organizaciones multilaterales -o sea, globales- a lo largo del siglo XX. Y siempre en la sombra, las dos grandes familias masónicas y satánicas: los Rothschild (que ahora han parido un nuevo presidente de Francia, su antiguo empleado Emmanuel Macron) y los Rockefeller, que jamás han ocultado su símbolo demoniaco, el 666. Sí, se me ha olvidado el papel de los mencionados Rothschild, en la financiación de la revolución rusa. ¿No estaban de acuerdo como sus hermanos neoyorquinos? Ni de broma. Cuando las apariciones de Fátima, los Rothschild operaban desde Londres, la otra gran City financiera. Y miren por dónde: el gran apoyo a los leninistas fue el de Lord Rothschild a través de la tan glamurosa como siniestra, sociedad Tabla Redonda. Hay que citar también a Lord Milner, primer vigilante de la Gran Logia de Inglaterra, que gestionó el apoyo financiero y a los soviets. ¿Y por qué? Ya saben: del caso saldrá el orden… en el que yo mandaré. Por eso, los masones aceptan con igual entusiasmo a la extrema derecha y a la extrema izquierda, todos pueden ser utilizados. Ni uno ni otro son enemigos. El verdadero adversario a batir es la Iglesia de Cristo. En ese escenario histórico comienza la era actual, un fin de ciclo en toda regla. La etapa de apariciones marianas más importante de la historia comienza en Fátima. Y ahora se cumplen 100 años. Quién sabe si será un lapso suficiente para un fin de ciclo. Eulogio López eulogio@hispanidad.com