La aerolínea de bajo coste irlandesa que dirige Michael O’Leary recibe un pequeño mal trago en Italia
Ryanair prosigue con su maltrato al cliente, pero ha recibido un tirón de orejas. Ha sido multada con 35.000 euros por prácticas comerciales abusivas con menores y discapacitados en Italia, por parte del Ente Nacional para la Aviación Civil (ENAC) de Italia.
La low cost irlandesa cobra a los acompañantes un suplemento por la asignación de asientos contiguos o próximos, porque no ha adaptado aún los sistemas informáticos y operativos para no hacerlo. Es más, “se ha limitado a modificar una disposición contractual, difícil de entender por el pasajero, que permite no pagar o obtener el reembolso del aumento del precio pagado en el billete, sólo después de un complejo proceso, que evidentemente elude el reglamento del ENAC, y es contraria a las disposiciones judiciales al respecto”, afirma en un comunicado que recoge EFE.
Ryanair pide a sus clientes que sólo reserven directamente en su página web o en su aplicación y eviten comprar a través de terceros que no tienen autorización para vender sus vuelos ni para emitir tarjetas de embarque
Unas prácticas de Ryanair que se basan “exclusivamente en el beneficio del transportista que no protegen los derechos de los pasajeros y no cumplen las normas de seguridad”, ha subrayado el presidente de ENAC, Pierluigi Di Palma, y ojo, porque dicho Ente está valorando la posibilidad de presentar una denuncia contra Ryanair ante la Fiscalía de la República por incumplir órdenes judiciales. Y no hay que olvidar que no es la primera vez que maltrata a sus clientes, algo que también ha hecho con sus pilotos y con sus tripulantes de cabina: una low cost no sólo en precios sino también en trato.
Paralelamente, la aerolínea de bajo coste irlandesa que dirige Michael O’Leary deja de aceptar tarjetas de embarque de la plataforma de viajes Kiwi.com y ha advertido a sus clientes que estas son falsas. Subraya que de acuerdo con el reglamento de la UE 2015/1998, es obligatorio que los pasajeros completen el proceso de facturación de Ryanair directamente para garantizar que estén informados de todos los protocolos normativos y de seguridad necesarios al viajar, porque Kiwi elude esta normativa de aviación.
Ryanair pide a sus clientes que sólo reserven directamente en su página web o en su aplicación y eviten comprar a través de terceros que no tienen autorización para vender sus vuelos ni para emitir tarjetas de embarque. No está dispuesta a compartir los ingresos de su negocio low cost., aunque ahora dice que lo hace en pro de la seguridad… y más tras perder 273 millones de euros (+47%) en su primer trimestre fiscal (abril a junio), pese a casi triplicar ingresos. Por su parte, Kiwi.com ha desmentido que exista una tarjeta de embarque “falsa” para Ryanair y afirma que cumple todos los requisitos para garantizar “un viaje seguro”, añadiendo que “la verdadera razón de esta acción es que Kiwi.com vende billetes de Ryanair más baratos que Ryanair y esto no es de su agrado”, “castiga a los viajeros solo por que no les gusta la competencia”.